En las entradas anteriores hablamos de qué es la transcreación, de forma general, y en qué se diferencia de la localización. Sin embargo, hasta ahora no hemos explicado por qué nuestro proyecto de investigación se llama Transcreaweb. Lógicamente, hemos elegido este nombre porque nuestro principal objeto de estudio es la transcreación web.
En la primera entrada del blog apuntamos que los campos con los que está relacionada la transcreación son el marketing, la publicidad, la comunicación y, en general, con las industrias creativas. Entonces, ¿qué tienen que ver los sitios web con la creatividad?
Lo cierto es que tienen mucho que ver, puesto que los sitios web son parte de las estrategias de marketing de las empresas, ya que, en esta era digital, son la principal fuente de contacto con sus potenciales clientes. Esto es, la transcreación web se da especialmente en el ámbito corporativo. Algunos ejemplos de sitios web corporativos transcreados son los de grandes multinacionales como Coca-Cola o Kellogg’s.
Por otro lado, los sitios web son textos proclives a ser transcreados, ya que son textos multimodales. Esto quiere decir que combinan texto, imagen, vídeo, audio, colores, diseño, etc., para crear su significado. Además, son textos en los que se combinan diferentes géneros y diferentes funciones lingüísticas. Es en este punto donde se entroncan la localización web y la transcreación web. Estos dos procesos pueden darse de forma simultánea en función de las características del sitio web, pues en algunos casos será más adecuado aplicar procesos de localización, y en otros, de transcreación.
Podemos definir la transcreación web entonces como la aplicación de procesos de reinterpretación y recreación de sitios web para adaptarse a un público meta.